Estas son las opiniones de Ponzano, las que los clientes que nos han visitado han dejado después de conocernos. Están todas, las buenas y las no tan buenas, ya que en Ponzano creemos que de todo se aprende, pero especialmente de aquellas opiniones en las que nos señalan nuestros defectos.
Resumen de opiniones
Opiniones verificadas por Listae
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Cocido madrileño
Fuimos el miércoles ya que era el dia que preparaban el cocido madrileño y muy contentos tanto por la atención recibida como por la comida que nos ofrecieron, la mejor relación calidad precio de Madrid centro
Para repetir la experiencia.
Toda la comida excelente y quedamos con ganas de probar muchos platos. La oreja y los callos para chuparse los dedos. El tomate aliñado poesía de la huerta y la lengua en escabeche una delicia. Volveremos sin tardar mucho. La atención excepcional.
Muy buena
Muy buena atención, limpieza y calidad de la comida.
Buen trato y comida
La atención fue muy buena y el menú estaba rico y abundante. Nos gustó a todos
Todo perfecto
Calidad comida inmejorable. Trato inmejorable
Está bien
Tome el menú del día y las carrilleras estaban insuperables. Buena comida.
De categoría
Buenísimo. El mejor restaurante de Madrid relación calidad precio. Volveremos
Esperaba algo mejor
Negativo: Mucho ruido, mesas poco confortables, comida un pelín escasa, postre no es casero.
Positivo: Buen servicio por parte de los camareros, y comida gustosa.
Fenomenal !!
Un restaurant sin pretensiones, pero con una comida excepcional.
Muy recomendable 👍🏻
Decepción.
Llegamos temprano (13,30h) para la costumbre que se estila en Madrid y lo primero tuvimos que pedir encendieran el AC. El menú del día a elegir sólo entre dos primeros y dos segundos. Los entrantes o salmorejo o cogollo de lechuga con una lasca de ventresca en conserva. Los principales o guiso de pollo escabechado o ventresca de bonito a la plancha. ¿No es repetitivo?. Salimos de dudas cuando al querer combinar salmorejo y ventresca, el encargado/propietario dice que ésta ya no queda y la cambian por boquerones fritos. ¡Pero si estábamos solo dos mesas, los primeros comensales del día!. Pasamos a la carta y pedimos para compartir de primero un tomate (insípido) y unas piparras pequeñas y mal fritas. De segundos un revuelto de morcilla donde había más patatas que otra cosa y el otro plato un atún rojo a la plancha de buen sabor pero falto de punto. Sin postre, con agua, cerveza y un café, 80 euros es caro. Si llegamos a pedir postre y vino nos hubieramos ido a 100 euros que es la barbaridad a la que se ha llegado en esta hostelería madrileña. El servicio amable pero despistado al que hubo que recordarle la comanda pese a tener solo dos mesas en la sala hasta las 14,30h en que empezó a llegar la riada de gente que llena todo a horarios poco europeos. El local con luz y decoración en ladrillo visto es acogedor hasta que se disparan las conversaciones a voces. Los servicios de aseo en el sótano, comunes con el bar, a los que llegas sorteando cajas, son manifiestamente mejorables.
